A más de alguno le han dicho que, si quiere adoptar un gato, mejor adopte dos. Pero ¿por qué?
Los gatos están más orientados a la familia y por lo general viven con sus parientes. Duermen juntos, comparten áreas comunes de alimentación y se cuidan entre sí dentro de grupos familiares. Por esta razón, los gatos suelen adaptarse bien en parejas.
Se ha demostrado que adoptar dos gatitos de la misma camada previene que los gatos escapen de la casa y, por ende, les da una mejor calidad de vida.
La mayoría de los gatos adultos, por el contrario, no son muy tolerantes con otros gatos adultos fuera de su grupo familiar. Si vas a adoptar un gato adulto, es mejor que sea él solito.
Si has pensado en adoptar otro michi adulto ten en consideración que si tu gato es adulto y está establecido dentro de tu casa como el único felino, introducir un nuevo integrante puede llevar días, semanas o meses. Incluso con mucho cuidado, algunos gatos adultos nunca aceptan a otro gato adulto en el hogar.
Habiendo dicho todo esto, la personalidad de cada gato y la tendencia genética hacia ser sociales determinarán en última instancia si disfrutan vivir con otros gatos o si prefieren ser los únicos e irremplazables michis reyes del hogar.
Si has visto a tu gato en compañía de otros gatos sin miedo ni agresión, es posible que puedas integrar un nuevo gatito en el hogar. Sin embargo, si su gato muestra hostilidad hacia otros gatos, mejor piénsalo dos veces.
También ten en cuenta que las relaciones entre gatos dependen de ambos michis, así que el hecho de que a tu gato le haya gustado otro michi, no significa que aceptará uno dentro de la casa.
Aunque, al principio, los reyes del hogar pueden tener un problema con el nuevo miembro, en algunos hogares el gato existente puede intentar iniciar el juego, mientras que el gato nuevo es el que muestra la mayor agresión. Intentar hacer coincidir los tipos de personalidad puede ser útil cuando busque otro compañero para su gato.
Si ya adoptaste un gatito nuevo y no se está llevando muy bien con el dueño de casa, entonces te recomendamos iniciar un proceso de integración en un área separada para ambos.
Por ejemplo, el nuevo gatito puede dormir en una habitación diferente y tú puedes ir cambiando objetos de ambos gatos para que puedan familiarizarse con el perfil de olor del otro. También puedes iniciar juegos donde ambos participen para que noten que no son una amenaza entre sí.
Lo más importante es iniciar con un contacto social protegido. Debes permitir que los gatos se acerquen entre sí cuando estés con ellos, para así monitorear sus niveles de estrés y cómo van reaccionando a la presencia del otro.
A veces no es fácil agrandar la familia, pero con las medidas de precaución necesarias esta experiencia puede ser un total éxito y tus michis tendrán un compañero de vida que los mantendrá entretenidos y acompañados.
