Probablemente ya sabes que, si bañas a tu peludito, se va a volver loco. Literalmente. Apenas esté libre de tus manos, la toalla y el secador va a correr por toda la casa, se va a sacudir hasta el cansancio o se va a revolcar en alguna alfombra, pero ¿por qué?
Es como si los perros buscaran alivio luego del baño, como si necesitaran deshacerse del olor a limpio que les deja el shampoo. Lo llames locura o hiperactividad aquí te explicamos por qué lo hacen.
ALIVIO
A menos de que tengas un perro que ame bañarse, ya conoces el drama de alguna de estas situaciones: tu peludito se revolcó en algo asqueroso, decidió tomar un baño de barro o simplemente lleva tiempo sin una buena ducha.
Apenas se dan cuenta de que tu intención involucra agua, los frenos perrunos se activan y comienza el juego de atraparlos para poder limpiarlos.
Cuando por fin termina el baño tu perro está vuelto loco y la única forma de expresarlo es corriendo en círculos por un circuito inventado. Esto representa alivio y es la manera que tienen de botar la energía.
AROMA EXTRAÑO
Un peludito recién bañado nos hace muy felices, ¿pero ellos están felices? La verdad es que no mucho.
Ya sabemos que su sentido del olfato es mucho más agudo que el nuestro, así que lo primero que notan es que no huelen a ellos mismos (por eso se revuelcan y corren sin parar, para que ese nuevo olor se vaya luego).
Irónicamente, a ellos les encanta oler a perro.
¿Sus peluditos se vuelven locos después de bañarse? ¿O son del pequeño porcentaje que sigue tranquilamente con su día luego de un encuentro con el agua?