Cuando se trata de animales, los felinos son excepcionales. Y no hablo solo de tu michi, sino de todos los animales de esta familia. Desde el leopardo hasta un michito que recién está adaptándose a la vida.
Los gatos son naturalmente atléticos, fuertes, flexibles y sigilosos. Su capacidad para hacer que sus cuerpos pasen por espacios increíblemente pequeños y la forma en que aterrizan suavemente sobre sus cuatro patas después de un salto increíblemente alto deja muchas preguntas para nosotros como humanos.
Según un estudio, los gatos tienen la capacidad de saltar seis veces la longitud de su cuerpo. Esta capacidad depende de la estructura de sus patas traseras, de su columna vertebral y de su cola.
Si te das cuenta, incluso los gatos con sobrepeso pueden saltar muy alto. Esto significa que la agilidad de un gato no solo es independiente del peso; sino que tiene mucho que ver con los músculos en su cuerpo.
Los michis tienen músculos fuertes en las patas traseras que les permiten saltar. Están diseñados para dar más fuerza al gato y, en comparación con los humanos, la forma en que los gatos saltan es más proporcional y más alta.
Además, para que se produzca un excelente salto, la columna vertebral también juega un papel muy importante. En la columna está la médula espinal, la cual transmite la información al cerebro antes de cada salto. Además de producir impulsos nerviosos, la columna vertebral de un gato está diseñada de forma tan flexible que le otorga la agilidad adecuada para saltar grandes alturas.
Otro de los factores necesarios para un buen salto es la cola. Esta parte del cuerpo de los michis es la que les otorga el gran equilibrio que tienen. Funciona como contrapeso para que el cuerpo no ceda hacia ningún lado, especialmente cuando caminan o saltan a lugares muy pequeños como la rama muy delgada de un árbol.
Como ya sabes, los gatos son increíbles. Además de que tienen la capacidad de saltar alto, también contraen y relajan su cuerpo para adaptarse a -casi- cualquier situación. Son fascinantes, ¿verdad?