Cuando traemos a un peludito a nuestra familia, siempre trae con su presencia mucha emoción y sobre todo diversión. Si bien son un paquetito de alegría muy adorable, también en ese paquete vienen sus comportamientos naturales de cachorro. Estos comportamientos pueden ser abrumadores para muchos dueños, así que aquí te daremos algunos tips para que tu nuevo peludito encuentre momentos de calma.
Lo primordial es la calma de parte nuestra como dueños. Una de las formas más sencillas de enseñarle a nuestros perros qué tienen permitido hacer y qué no es por medio de reforzamientos positivos, en este caso: premios.
También es importante reaccionar con calma ante los brotes de energía de nuestro cachorro. Si está en la etapa donde muerde todo - incluyendo tu nariz o tus dedos - no te agites o hagas movimientos rápidos, ya que esto les causa más emoción y tienden a hacerlo más.
Otro factor a tomar en cuenta al criar al nuevo miembro de la familia es el tono de nuestra voz. Los perros responden a nuestra forma de comunicarnos con ellos, por lo que un tono de voz muy alto puede tener un efecto estimulante. Una voz más pasiva ayudará a que tu peludito también sea más pasivo.
Es inevitable querer tener a nuestro cachorro en brazos todo el día, pero en ocasiones esto puede ser contraproducente y ocasionarles ansiedad, lo que puede convertirse en ladridos, gruñidos e incluso un rechazo al dueño. Te recomendamos que lo dejes explorar y conocer su nuevo entorno.
Establecer tiempos de juego también es muy útil, sobre todo cuando se convierten en parte de la rutina. Esto hará que tu perrhijo gaste energía durante ese momento y después, producto del cansancio, esté bastante calmado.
Siempre es emocionante recibir a un nuevo peludito, pero es igual de emocionante adiestrarlo de una forma que sea buena, tanto para ti, como para él.
